Esta publicación pretende ofrecer una mirada diferente e integradora de la Sierra, incluido su parque nacional, con visiones apenas divulgadas, que permitan resaltar el vínculo entre sus características físicas y culturales. Su personalidad geológica, topografía y sus características climáticas han conferido una marcada identidad a esta Sierra, configurando formas de vida que han llegado hasta el presente. Cumbres, paisaje y gente hilados más allá de lo perceptible a simple vista. El lenguaje geológico habla de sus materiales litológicos, del modelado glaciar que ha dejado huella en sus cabeceras, de la pulsión tectónica que levantó las rocas hacia alturas y de la erosión que marcó el diseño de los valles. La orientación de sus cordales más elevados y su capacidad hidrológica han marcado las vertientes de sus grandes ríos: el Eresma y el Lozoya, que han facilitado el desarrollo de poblaciones alejadas e incluso desconocedoras del origen del agua de la que dependen sus vidas.