Uno de los objetivos de la contabilidad es ofrecer una información sobre el posible valor de la empresa siguiendo los criterios y normas de contabilidad, ya que asigna un valor al activo de la empresa, al patrimonio neto y al pasivo. De este modo, podemos hablar inicialmente de dos valores distintos de la empresa: - El valor de la empresa en su conjunto, teniendo en cuenta solamente sus activos productivos con independencia del modo en el que se hayan financiado los mismos. Nos referiremos entonces al Valor Económico o intrínseco o global de la empresa (VE). - Pero también nos podemos referir al valor de la empresa para sus inversores (socios), en cuyo caso nos estaremos refiriendo al valor de los activos, pero financiado con patrimonio neto, dejando fuera la parte de los activos financiada con deuda exigible. En este último caso nos estaríamos refiriendo al denominado Valor Financiero de la empresa (VF) o valor de la empresa para sus propietarios. Pero la contabilidad actualmente ofrece una valoración en función, principalmente, del coste o precio de adquisición de los activos, a pesar de que mediante la adaptación a las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) del IASB, la valoración contable se acerca más a un posible valor de mercando de los activos, al permitir la aplicación del valor razonable en lugar del coste de adquisición; pero de momento solamente aplicable a la valoración de ciertos activos financieros y no aplicable de momento a ninguna otra partida del activo como pudiera ser el inmovilizado. Por todo ello, el objetivo de la obra que presentamos es dar a conocer desde una perspectiva eminentemente práctica los distintos modelos y métodos de valoración de empresas así como las diferentes alternativas que actualmente pueden ser utilizadas para este fin, describiendo sus características más relevantes.