XI Premio Internacional de Novela Mario Vargas Llosa. A la muerte del presidente Fidel Castro, el hombre que más cerca ha estado de él -su guardaespaldas predilecto- rememora lo sucedido en más de cuarenta años, desde que, siendo un niño, se unió a los rebeldes en las montañas y se ganó la confianza del líder para convertirse en su sombra. Bajo esa mirada -cegada por la admiración, cargada de fidelidad-, la trama recorre los más señalados hitos de la Revolución Cubana, pero no evocando la historia oficial, sino la que el pueblo se ha forjado en la intimidad, más cercana a la posible verdad. Éxito editorial en Alemania, donde su autor, cubano, reside desde hace años, y alabada entre otros por dos Premios Nobel de Literatura, es una novela en la que respiran y deambulan como seres reales nombres que han frecuentado las cabeceras de los periódicos de todo el mundo: Fidel, el Ché y muchos otros cobran vida en esta obra de Amir Valle, que rescata merced a una narrativa magistral una de las corrientes temáticas que mayores logros ha deparado en la tradición latinoamericana: la novela del Dictador. La novela es excelente. [
] La historia interesa por sí misma y de ella transpira, como en las mejores novelas comprometidas, una visión crítica que es ética y cultural antes que política. Se lee con interés, expectativa y, por momentos, con un humor que descarga la insoportable y opresiva tensión. Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010 He tenido durante mucho tiempo una conciencia culpable porque todavía no había podido darle las gracias por su hermosa novela Las palabras y los muertos. Así que gracias por esa mirada sobre Cuba, que por desgracia aún no vive el final de la dictadura. Puedo imaginar cómo se siente. Cuando vivía en Rumania, también tuve la sensación de desesperanza que hay en su novela. Herta Müller, Premio Nobel de Literatura 2009 "Es lo mejor que he leído en los últimos cuarenta años de literatura cubana. No creo que después de El Siglo de las Luces se haya escrito en Cuba otra novela como Las palabras y los muertos. Asombrosa a los cuarenta años. Hay que ser muy escritor para esa hazaña. Manuel Vázquez Portal. Terminé la novela abatido por la lucidez narrativa del texto y convencido de que a Cuba le acababa de nacer su tercer narrador determinante, luego de Carpentier y Soler Puig. Ladislao Aguado Una de las mejores novelas que he leído en los últimos veinte años. Me atrevo a decir que va a quedar en la historia de las letras cubanas. Justo Vasco "Por sus páginas desfila una buena nómina de canallas, cortesanos y otros tipos pintorescos cuyos perfiles suele dar el novelista con un par de pinceladas generalmente certeras. [
] esta narración debe haber caído en La Habana como una bomba de neutrones. Lo bueno de que la premisa (Fidel ha muerto) no se haya cumplido todavía, es que sin duda el Comandante ha leído el libro y ha podido comenzar a imaginarse cómo será el juicio histórico. Ya sabe que no lo van a absolver. Carlos Alberto Montaner, escritor y periodista cubano