El trauma puede surgir a partir de hechos cotidianos. En verdad, sucesos tan comunes como los accidentes, las caídas, los procedimientos médicos y el divorcio pueden ocasionar que los niños se retraigan, pierdan confianza o desarrollen ansiedad y fobias. Los niños traumatizados también podrían mostrar problemas de comportamiento que incluyen agresión, hiperactividad y, a medida que se hacen mayores, adicciones de varios tipos. La buena noticia es que con la orientación de unos padres sintonizados, y de otros cuidadores, que están dispuestos a aprender las habilidades necesarias, los niños en riesgo se pueden identificar y se puede evitar que queden marcados de por vida, sin importar cuán devastadores pueden parecer los sucesos. En este libro aprenderás herramientas prácticas para maximizar la resiliencia de tu hijo para que, de esta manera, recobre el equilibrio cuando se estresa tanto que alcanza su punto de quiebre. Armados con estos «ingredientes para la resiliencia», padres y cuidadores pueden ayudar a crear niños a prueba de trauma, mientras también aumentan de manera general su tolerancia frente al estrés cotidiano. De esta forma podrán realmente convertirse en seres humanos más fuertes, solidarios, alegres y compasivos.