Las competencias emocionales y sociales son fundamentales para el bienestar y la satisfacción de las personas y la investigación ha mostrado que estas habilidades tienen importantes repercusiones en muchos ámbitos de nuestra vida, como el rendimiento académico, la salud, el trabajo, las relaciones humanas, etc. Por ello, los autores de esta obra han diseñado un programa de intervención que permite ayudar a los niños a convertirse en personas emocional y socialmente competentes desde el principio de la vida. Cuando los niños dominan estas competencias consiguen controlar sus emociones negativas, aprenden a hablar sobre su experiencia emocional y a entender la de los demás. Estas habilidades los dirigen poco a poco hacia competencias más complejas como la empatía, la prosocialidad o la compasión, que son la base de las habilidades sociales y de la amistad. Cuando los niños son empáticos y compasivos aumenta su bienestar y se reducen las conductas agresivas. En esta obra se combina el diálogo entre iguales y el pensamiento crítico con la atención plena. Ambos consiguen que los niños entiendan qué son las emociones y cómo manejarlas. El objetivo del programa es contribuir al bienestar infantil y con ello incidir, en la medida de lo posible, en la mejora de las sociedades futuras.