La muerte de doña Fina, la portera del colegio, provoca que su marido don Gino ande como alma en pena. Rubén la echa de menos, pero tiene 13 años y pasa su tiempo entretenido entre el colegio, sus juegos y las películas que ve con su amigo Gabriel. Un día, don Gino le desvela que ha construido una máquina para viajar a un universo paralelo donde reencontrarse con Fina. La tormenta que necesita para generar energía no tarda en llegar y, por accidente, Rubén se verá arrastrado en un imposible viaje.