Bañado por la cegadora luz mediterránea y perfumado con el intenso olor del salitre y los cítricos, el pequeño municipio siciliano de Vigàta forma parte del acervo literario de miles de lectores europeos. En este volumen, Andrea Camilleri nos transporta a los años ochenta para conocer una versión quizá más ingenua, aunque no menos enmarañada, del complejo microcosmos en el que inicia su carrera profesional el ahora famoso comisario Montalbano. En estos ocho casos, descubrimos a un Salvo en plena juventud que, con idéntica intuición pero con bastante menos escepticismo, vive los momentos más apasionados de su relación con Livia, vigilado de lejos por Adelina con su natural desconfianza. En la comisaría, a su vez, asistimos a la entrada triunfal del inefable Catarella, Fazio es igual de avispado que hoy y no es difícil reconocer a Mimì Augello hipnotizado como siempre por tal o cual belleza; incluso despunta Pasquano, con su impenitente sarcasmo y su debilidad por los cannoli. Con la dosis perfecta de crudeza, ironía e introspección psicológica que han convertido en únicas las historias de Montalbano, el maestro Camilleri nos invita a recorrer una Italia sombría, sometida por una mafia que campa a sus anchas, plenamente dedicada a la extorsión, el secuestro y el asesinato. Un viaje al borde del abismo que deleitará una vez más a los numerosísimos seguidores de Montalbano y fascinará a quienes aún no lo conozcan.