Pinguet explora las diversas prácticas de la muerte voluntaria en Japón y es todo el pasado japonés el que aparece con sus contradicciones, extravíos y desgarramientos. La investigación sociológica traza el punto de partida de una genealogía. De un siglo al otro, se trata por consiguiente de recorrer ese país del cual habla Nietzsche, el enorme, el lejano y muy misterioso país de la moral de la moral que verdaderamente existió y que fue auténticamente vivida, explorando en sus documentos las diversas prácticas de la muerte voluntaria en Japón: como apoteosis de la carrera del guerrero, como horizonte del distanciamiento budista, como eje del sistema feudal, como prueba de la fuerza del amor, como exaltación sacrificial, como culminación de la desesperación y del desarraigo.