La Ley General Tributaria es el eje central del ordenamiento tributario donde se recogen sus principios esenciales y se regulan las relaciones entre la Administración tributaria y los contribuyentes. Al margen de las diversas reformas introducidas en la Ley General Tributaria de 1963, su insuficiencia, a pesar de los esfuerzos revisores del legislador, se manifestaba patente en su adaptación al actual sistema tributario y al conjunto del ordenamiento español. Desde la promulgación de la Constitución estaba pendiente una revisión en profundidad de la citada Ley para adecuarla a los principios constitucionales, por otra parte, el sistema tributario ha evolucionado en los últimos años en el seno de los distintos impuestos sin el correlativo desarrollo de los preceptos de la Ley General Tributaria, todo ello, junto con la necesidad de regular los procedimientos de gestión tributaria, la excesiva dispersión de la normativa tributaria, la conveniencia de adecuar el funcionamiento de la Administración a las nuevas tecnologías y la necesidad de reducir la conflictividad en materia tributaria, hacían necesaria la promulgación de una nueva Ley General Tributaria, con los siguientes objetivos por cumplir: reforzar las garantías de los contribuyentes y la seguridad jurídica, impulsar la unificación de criterios en la actuación administrativa, posibilitar la utilización de las nuevas tecnologías y modernizar los procedimientos tributarios, establecer mecanismos que refuercen la lucha contra el fraude, el control tributario y el cobro de las deudas tributarias y disminuir los niveles de litigiosidad en materia tributaria. La obra se completa con un pormenorizado índice de conceptos que facilita la consulta.