La escasez de vocaciones sacerdotales preocupa seriamente a la Iglesia. Sin embargo, lo que parece una amenaza puede ser una oportunidad si se sabe escuchar al Espíritu y seguir las enseñanzas de Jesús de Nazaret. Emilia Robles propone una reflexión honesta y audaz sobre los ministerios y sobre las condiciones para que se produzca un verdadero cambio en la Iglesia, desde la perspectiva del Vaticano II y de la Conferencia de Aparecida, a partir de las claves que nos da Jesús en la Última Cena ?«amar y servir»? y del importante papel de la comunidad. Una obra que se pregunta si el sacerdocio ordenado es la única solución o, por el contrario, si se puede plantear la existencia de ministerios alternativos y qué lugar ocuparía la mujer en esos ministerios. Una obra que se mira en ejemplos vivos e inculturados como la propuesta del obispo Lobinger de un doble ministerio presbiteral, los diáconos casados que trabajan junto a sus mujeres en San Cristóbal de las Casas (Chiapas), o la apuesta del obispo Proaño en Ecuador.