Primero fue la crisis del crédito, y gobiernos de todo el mundo intervinieron para rescatar a los bancos; después vino la crisis de la deuda soberana, que ha golpeado duramente a la eurozona. Ahora es el momento de pagar las consecuencias, y ciudadanos de a pie de toda Europa están empezando a comprender que el socialismo de los pudientes significa hacer unos cuantos agujeros más en sus ya apretados cinturones. Lapavitsas afirma que la austeridad europea es contraproducente: los recortes en el gasto público supondrán una recesión más larga y profunda, agravarán la carga de la deuda, pondrán aún más en peligro a los bancos y puede que pronto impliquen el final de la propia unión monetaria. Crisis en la eurozona traza un camino prudente para afrontar una reestructuración que dependa de la fuerza de los sindicatos y de la sociedad civil. El lúcido racionalismo de este libro transmite un mensaje polémico, poco grato en determinados círculos, pero que pronto resonará por todo el continente: los estados empobrecidos deben abandonar el euro y reducir sus pérdidas o sobrevendrá una penuria mayor.