El Greco tuvo la fortuna de encontrar en Toledo un grupo de personalidades que apreciaron su talento único y le dieron la oportunidad de realizar obras a escala monumental. Este libro ofrece un estudio detallado de los grandes conjuntos pictóricos que realizó para Toledo y Madrid Santo Domingo el Antiguo, Seminario de la Encarnación, Hospital de Afuera y de los patronos que hay tras ellos. En los diferentes capítulos se reconstruyen sus personalidades y carreras, analizando su colaboración con el artista en la creación de obras que expresaran sus ideas y creencias, y mostrando además que la relación que El Greco mantuvo con ellos contribuyó a la formación del estilo y contenido de los retablos. El libro aborda igualmente un tema controvertido como es el de la relación entre la obra del cretense y el misticismo español. Desentrañando la iconografía de unos retablos que han asombrado durante mucho tiempo a los espectadores, ya que ilustraban unos puntos doctrinales que no comprendieron plenamente, el autor nos ofrece una lúcida visión de la cultura católica española del siglo xvi.