En la sociedad del conocimiento, los intangibles son el principal activo de las organizaciones. El primero de ellos es el recurso humano. Esos recursos, bien gestionados, pueden asegurar la ventaja competitiva y, por tanto, la supervivencia de una organización. En este contexto, el departamento de recursos humanos ocupa un lugar estratégico dentro de la estructura organizativa. En las últimas décadas se han ido decantando numerosos instrumentos para conocer y cuantificar el valor de los recursos humanos. El primero, el balance social, que supuso el punto de partida para presentar en términos contables los resultados de sus programas. Después, la auditoría de recursos humanos, que se incorporó a la global de la empresa, proponiendo una serie de métodos bien definidos. Posteriormente, el cuadro de mando integral delimitó una metodología específica, estableciendo indicadores y organizándolos en cuatro perspectivas: la financiera, la del cliente, la interna y la de empleados. Finalmente, el cuadro de mando de recursos humanos aplica a las tareas de este departamento la filosofía del cuadro de mando integral. Esta obra analiza los métodos e instrumentos que permiten demostrar la aportación de valor de los recursos humanos a la marcha del negocio. Y, lo más importante, ayuda a mejorarla.