Dor, de gentes rubias, y Eus, de habitantes morenos, son dos ciudades que se extienden a ambos lados de un río. A pesar de estar muy cerca la una de la otra, no hay comunicación entre ellas. Más que incomunicación hay incluso incomprensión, rivalidad y odio. El caso es que ambas ciudades nacieron de dos personajes iguales, es más: de dos amigos entrañables que buscaron un lugar para desarrollar su trabajo y sus ilusiones, hasta que encontraron un bonito valle que les encantó a los dos. Pero después de haber colaborado durante muchos años, e incluso después de haberse casado con dos gemelas, se distanciaron, y terminaron siendo enemigos. Incluso el puente que les unió está medio destruido. Dividida en dos partes, la primera narra la fundación y el distanciamiento de las dos ciudades, mientras que la segunda cuenta la historia de la relación de una joven lectora y un joven pescador, que se ponen a hacer lo que les gusta a ambos lados del puente. Así, el autor pone de manifiesto las diferencias entre lo que hacen los adultos: alimentar el rencor y el miedo, y lo que hacen los niños, que se guían por lo que les gusta y por sentimientos nobles.