El sacramento de la confirmación comporta el encuentro personal con Dios, tal como se nos revela en Cristo y por el Espíritu Santo, a la vez que la integración en la comunidad de los que, creyendo en él, formamos su cuerpo visible en el mundo, para vivir una vida nueva desde dentro de la Iglesia. En este libro el autor invita al lector a recibir el sacramento de la confirmación como inicio de esa forma de existencia específica, que luego hay que ir reafirmando y alimentando personalmente. Y lo hace a través de una lúcida reflexión epistolar dirigida a dos jóvenes recién confirmados, invitándoles a abrirse al futuro que Dios les ofrece, a descubrirlo y asumirlo con alegre disposición y fe viva.