Permíteme, amigo lector, que te haga una sugerencia de cara a su lectura. Te aconsejo que comiences por la voz “Profetismo/profetas: hoy”. Una voz amplia en extensión y contenido. En ella encontrarás la identidad, la es-piritualidad, la grandeza, la temática, las actitudes, los retos, las respuestas, las propuestas, las denuncias, el mensaje del profeta de ayer, pero sobre todo del profeta de hoy. En efecto, el profetismo, la vocación profética no ha muerto con el último de los libros proféticos, Malaquías. Todo cristiano, en razón de su bautismo, ha sido ungido como profeta, sacerdote y rey.