Como su propio título deja vislumbrar, esta monografía toma como punto de partida las reflexiones weberianas sobre las formas de dominación hierocrática, reflexiones que, lejos de asumirse acríticamente, se someten a un constante escrutinio científico, basado en el análisis de la documentación eclesiástica de los años finales del mundo antiguo. Esta labor crítica, llevada a cabo por un amplio elenco de filólogos e historiadores europeos, se ha centrado no sólo en la temática teórica de la dominación religiosa, sino en los artífices de la misma (monjes y obispos en particular) y en sus instrumentos de coerción espiritual y material, desde el sistema caritativo y el culto a los mártires a la sacralización de nuevos espacios religiosos y al hostigamiento de los enemigos tradicionales de la fe cristiana, esto es, paganos, herejes y judíos. El resultado final hará ver al lector cómo la espiritualidad sencilla y tolerante del cristianismo primitivo dio paso a unas estructuras de poder eclesial, alejadas, por una parte, de los principios evangélicos y responsables, por otra, de la piedad medieval que dominará en Europa durante largos siglos.