La iluminación de las exposiciones temporales se ha convertido en un tema delicado. Por un lado debe potenciar la labor de todas las personas que han intervenido en la preparación y la realización de la exposición, reforzando las intenciones estéticas y asegurando la confortabilidad de la visita. Por otro lado ha de respetar los principios básicos de la conservación preventiva de nuestro patrimonio, ya que somos responsables de la perdurabilidad de la existencia de las obras expuestas. El equilibrio entre estas dos grandes cuestiones será nuestro propósito primordial. Por todo ello, el objeto de esta publicación es dar a conocer los aspectos básicos que intervienen en la iluminación de las exposiciones temporales: las propiedades de la luz, los tipos de luminarias, las magnitudes lumínicas, los sistemas de control de iluminación y su relación con la conservación preventiva. Para acabar se analizarán algunos casos prácticos