Si en el Paraíso todo crecía gracias a una fuente abundante de aguas, en la vida espiritual esta fuente que riega y hace crecer todas las virtudes es la oración. Pero el cómo, el dónde el cuándo y los recursos de los que echar mano para aprovecharse de esa agua, sigue siendo tarea difícil para muchos. Este conocidísimo autor nos lo facilita todo con su coloquial y breve secuencia de preguntas y respuestas.