«En sus buenos tiempos, Cela llegó a confesarme que lo mejor que podía hacer un escritor literario de verdad era huir, como alma que lleva el diablo, de publicar en los suplementos literarios o culturales de los periódicos. Ya estaba bien con publicar en los periódicos, una suerte de maldición dulce, porque al mismo tiempo que agota cierta energía del escritor también mantiene su maltrecha economía. En mi caso, desde que me recuerdo escritor publico con frecuencia artículos, entrevistas, reportajes y ensayos en los periódicos en los que hasta ahora he colaborado. Celebración de la intemperie recoge todos los artículos de mi columna del ABCD Las Artes y las Letras titulada A la intemperie, hasta finales del año 2007. De modo que, contra el consejo de Cela, he regresado a mis años al lugar del crimen, un suplemento cultural y literario semanal; y para no variar, me he seguido sintiendo, siempre a mis años, como si estuviera a la intemperie; con el temor de que el viento rolara en la dirección contraria a la dirección contraria en la que siempre he querido moverme.»