La Inquisición española es sinónimo, a ojos del gran público y de la historiografía habitual, de denuncias infundadas, encarnizamiento en convencer del crimen, ausencia de abogados defensores, sentencias emitidas por adelantado, oprobio del condenado y de los suyos, abominable ejecución en las llamas purificadoras sin réplica posible: mencionando la Inquisición se condensa el oscurantismo y la crueldad mayores que puedan concebirse. Jean Dumont, el gran hispanista especializado en los siglos XV a XVIII, se propone en Juicio a la Inquisición española dar una oportunidad de defensa a la acusada. Para ello, no acude principalmente a la bibliografía histórica, sino a los documentos, los archivos, y las obras de pensamiento y literatura de la época. El resultado es sorprendente y polémico, pero del máximo interés para quien no se conforme con una historia construida sobre tópicos.