El sonido del ladrido ataca los nervios de las personas. Se vuelven irritables, enfadadas, nerviosas e inseguras, y con frecuencia acaban reaccionando de forma exagerada, con enfados, castigos o gritos, lo que generalmente suele tener el efecto opuesto al que se pretendía
Nuestras reacciones son generalmente el resultado de no entender lo que está sucediendo. Nuestra inseguridad es el resultado de la falta de conocimiento. Tenemos tendencia a sobre-reaccionar ante aquello que no comprendemos.El conocimiento nos permite entender. Y entender nos permite hacernos una mejor idea de lo que sucede, tener más paciencia y mantener la cabeza fría. Un mejor autocontrol nos permitirá solventar las situaciones de forma diferente y más inteligente Turid Rugaas. En esta obra la autora nos muestra las soluciones mejores y más eficientes para resolver los problemas que se nos presentan cuando nuestro perro ladra. Nos permitirá analizar la situación, comprender lo que ocurre, mantener la calma y actuar de forma que podamos encontrar una solución buena y duradera sin asustar o destruir mentalmente al perro.