La figura del editor no sólo debe centrarse en su papel de transmisor de cultura, sino que además debe contemplar su faceta de agente económico. La edición fluye en un entorno maduro, competitivo y cambiante, por lo que los editores deben dominar las técnicas de marketing que le permitan conocer mejor el mercado y atender con éxito las necesidades de los lectores para alcanzar no sólo objetivos culturales, sino también empresariales. Si una editorial quiere sobrevivir, si quiere seguir transmitiendo cultura, deberá enfocar sus proyectos desde el punto de vista del lector, teniendo en cuenta las vicisitudes del entorno, y basar sus decisiones en estrategias de marketing sin olvidar el valor cultural insustituible del libro. Un editor, además de gestor cultural, es agente económico y debe conocer el día a día del entorno en el que desarrolla su actividad y ser consciente de que la labor cultural de la edición no es incompatible ni ajena a una buena gestión de precios de los libros, o a una adecuada comercialización, así como a una correcta campaña de promoción y de comunicación. En esta obra el autor hace un recorrido por toda la actividad editorial de forma sencilla y accesible para cualquier lector. Además, dedica una gran parte del contenido al estudio de las últimas tendencias sectoriales marcadas por las nuevas tecnologías.