Más allá de su famoso mercadillo, el Rastro tiene otra historia, la de uno de los barrios más populares de Madrid. Siendo mucho lo que se ha escrito sobre él, falta todavía una historia sobre su parte sur, alrededor de la Ronda de Toledo, la gran avenida que conecta el Rastro con Arganzuela, donde se encontraban el Campillo del Mundo Nuevo, la fábrica del gas o las Américas del Rastro, entre otros muchos lugares que este libro recupera. En este libro se recuerda el barrio tal y como era desde principios del siglo xx hasta hace pocos años, antes de que las reformas de las últimas décadas cambiaran su aspecto. Era la época en que Ramón Gómez de la Serna bautizaba a la Ronda de Toledo como “Canal de Panamá”, al separar las dos Américas del Rastro. Cuando en los campos de la fábrica del gas se jugaba a fútbol, se organizaban peleas de lucha o se hacían grandes demostraciones de globos aerostáticos que asombraban a los madrileños de la época. O cuando escritores como Pío Baroja o Benito Pérez Galdós ambientaban en sus calles la acción de algunas de sus más famosas novelas. Todo esto recoge Mariano Hormigos, que vivió en él durante años y describe como era aquel barrio tan distinto del actual.