¿Cómo puede la Palabra que escuchamos dar sentido y transformar la vida del oyente? Esta es la pregunta fundamental que debería plantearse todo predicador en el momento de ofrecer su homilía. En los comentarios de este libro subyace la convicción de que la Palabra de Dios y la vida del hombre están siempre en correlación y, por tanto, toda existencia humana puede quedar iluminada y transformada por el mensaje revelado. Este co-mentario a los textos del Leccionario dominical (Ciclo B) es una invitación a mirar la vida con ojos de fe, a sentir a Dios en la propia existencia. Esta es la finalidad fundamental de la proclamación de la Palabra: comunicar vi-da, acogerla como don precioso y amoroso de Dios, donde Él se manifiesta salvando.