Usando las palabras como anclas para no caer en la locura, David Grossman, Man Booker International Prize 2017, ha querido cerrar una historia que empezó con La vida entera y nos lleva a lugares donde solo el genio de un gran escritor puede llegar. Calladosestuvimos esperando la mañana.Una mañanaque nollegaba.La sangrenocorría por las venas.Me levanté, te envolvíen una manta,me agarraste la mano, me mirastea los ojos: el hombrey la mujerque un día fuimosinclinaron la cabezaen señal de despedida. Esa fue la mañana en que un hombre y una mujer perdieron a su hijo. Ahora, cinco años después, él emprende una marcha desesperada más allá del tiempo para encontrarse con este joven que ya no habla, ya no sonríe... ya no es. En el camino le acompañan otros peregrinos, todos buscando a sus hijos, y en ese peregrinaje aprenden a desafiar a la muerte y a morder el dolor.