Para formar niños y jóvenes en orden al perfecto desarrollo de su afectividad, no pocos autores se limitan a responder a las preguntas que suelen hacerles. Esto es importante, pero no suficiente. Lo decisivo, lo verdaderamente formativo es ayudarles a que descubran: 1. el proceso de desarrollo del ser humano; 2. los ocho niveles de realidad en que podemos vivir; 3. algunas claves certeras de orientación de la afectividad. Los dos primeros descubrimientos los realizó el autor en obras anteriores. Los ofrece aquí a los lectores de modo más claro, breve e intenso, para que les sea fácil verlo todo en bloque y asumir personalmente las doce claves de orientación que les sugiere en el capítulo tercero. Esta fecunda aplicación práctica de la doctrina de López Quintás sobre el amor otorga a este nuevo libro un valor especial.