Las relaciones entre la mente humana y su sustrato físico, el cerebro, constituyen un misterio que, aún hoy, se plantea con una fuerza e interés renovado. Los increíbles avances en el conocimiento de la actividad cerebral proporcionado por la moderna Neurociencia ha hecho pensar a algunos que este misterio se encuentra a las puertas de su resolución. ¿Es esto cierto y en qué sentido? ¿Pueden las neurociencias dar vía libre a la explicación materialista que reduce la mente al cerebro o sucede más bien lo contrario?