Mi nombre es Alexandra, con x, tengo once años, y voy a permanecer encerrada una semana en mi colegio. Sin profesores. Sin padres. Sólo los chicos y chicas de mi curso. No sé cómo sonará así dicho. Pero todo lo que voy a contar aquí es verdad. Mi colegio se llama Armando Muñoz Vaca, que por lo visto fue un pionero del siglo XV. Yo no soy una pionera. Sólo soy una niña normal y corriente a la que le gustan los videojuegos. Hay una cosa que todavía no he contado. Mi colegio es famoso por una sola razón: porque aquí estudió hace muchos años Alfonso Giménez Dom. Había una foto suya en el vestíbulo de entrada. Todo el mundo sabe que la compañía Dom Industries es la empresa multinacional de videojuegos más importante del mundo. Y ahora el señor Dom había vuelto al colegio. Con una propuesta revolucionaria: No vais a jugar a un videojuego. Vais a ser los protagonistas de un videojuego. Una novela que te atrapa y no te deja respirar. Alexandra es la protagonista de una apasionante historia de aventuras, de amor y de ciencia ficción. Si entras en el juego, ya no podrás salir.