En la consolidación de la monarquía nacional en los reinos españoles, los Reyes Católicos crearon una serie de instituciones necesarias para el desarrollo de la nueva organización de la Corona. Entre esas novedades figura la de un ejército sin las debilidades de las huestes feudales, cuya consecución entrañó una serie de iniciativas que cristalizan en la consolidación de las Guardas de Castilla