Este libro incide en algunas de las controversias teórica y práctica que suscita la innovación social, así como las consecuencias que desata. Sostiene que lo extraordinario de la creatividad innovadora está en la cotidianeidad de las buenas prácticas. La filosofía que inspira el libro sostiene que hay que hacer bien lo que se sabe hacer, hacer bien lo que se debe hacer y hacer bien lo que hace el bien. Recoge el análisis de algunas barreras y límites que se anteponen al cambio. Entiende que se mueve por terrenos procelosos plagados de trampas retóricas, donde puede coincidirse en casi todo cuando se discrepa con casi todo.