Desde las negociaciones sobre el tratado constitucional europeo, la cuestión de la identidad europea no ha dejado de debatirse. ¿Qué es Europa? Si nos centramos en la diversidad lingüística, podríamos decir que es un mosaico, aunque, por otra parte, sus rasgos comunes son reconocibles de inmediato: una herencia cultural perfectamente identificable, que está presente incluso en territorios muy lejanos, de Ciudad del Cabo a Buenos Aires, y un conjunto cuyas fronteras interiores y exteriores están en continuo movimiento. De este modo, se pueden incluir en la casa común europea las honduras continentales, hasta el corazón de Rusia y del Imperio otomano, o privilegiar la dimensión atlántica, que acerca Europa a sus hermanos americanos. Ambas tendencias han construido Europa tal y como la conocemos. Si la cristianización de esta región del mundo que llamamos Europa es un elemento central de la memoria, la emancipación de esta herencia desde la Ilustración hasta la institucionalización política de la laicidad, define algunos rasgos de la Europa contemporánea. Este brillante ensayo invita al lector a un paseo reflexivo a través de los siglos, con el fin de estimular el deseo de comprender de qué está hecha esta Europa, que es la nuestra.