Definimos el mundo a través de palabras nada inocentes, evocamos con ellas nuestros principios morales e ideológicos. Pero hay palabras conservadoras y palabras progresistas y utilizar unas u otras determina de forma contundente la opinión de la gente. Gracias a un primer estudio sobre el poder del framing –o «enmarcado»– hecho hasta la fecha por iniciativa de la Fundación Ideas, en Frases como puños se proponen sencillas herramientas para contar mejor la milenaria narrativa de la izquierda política: la lucha de la gente común contra los poderosos, la defensa de la justicia social y de la protección de los débiles. Son éstas herramientas que ayudan también a competir mejor con el manejo que los conservadores hacen del valor del respeto a la autoridad, el sentimiento de pertenencia, una idea seductora de la santidad y un mítico y engañoso concepto de libertad.