Para Miguel Ángel Moratinos, «erradicar el hambre en el mundo no es una utopía, es una necesidad apremiante». La lucha contra el hambre es una llamada a la conciencia y a la movilización colectiva de la sociedad civil global, así como una descripción general de la situación del hambre en el mundo y una defensa de la necesidad de velar por el derecho a una alimentación adecuada. El autor señala a la política como factor clave para la erradicación del hambre, al tiempo que alerta sobre el agotamiento de los recursos tradicionales y la necesidad de explorar nuevas vías, de la mano de programas de investigación e innovación, así como de mecanismos originales de financiación. En los últimos años se ha avanzado mucho en la erradicación del hambre, aunque la revisión del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio obligará a plantearse nuevas estrategias para defender un derecho humano básico y alcanzar el objetivo de erradicar el hambre y la pobreza. Para el autor, «es necesario apostar, contribuyendo política, cultural y económicamente, por aquellos que, día a día, buscan salir del círculo vicioso del hambre y la pobreza, aunque sólo sea por interés, como sostienen algunos políticos, economistas y expertos». Miguel Ángel Moratinos considera que hay recursos suficientes para combatir el hambre, situación intolerable que afecta a cerca de mil millones de personas en todo el planeta. Su exposición revela el optimismo de quien no pierde la esperanza de alcanzar un mundo sin hambre, pues entiende que existen los recursos necesarios, se plantean nuevas iniciativas regionales e internacionales, y se extiende la conciencia ciudadana para combatir las situaciones de extrema pobreza y desigualdad.