...descendiendo ya al caso concreto de santa Teresa podemos comprobar que mientras su personalidad histórica ha ido estabilizándose y aclarándose en estos últimos tiempos bajo el control de la severa ciencia histórico-crítica, y los progresos de la teología ascético-mística, en cambio un aspecto parcial de esa personalidad -su gracejo y humorismo- ha ido creciendo incontrolado e incontrolable hasta convertirse en una yedra frondosa y exhuberante que todo lo cubre hasta borrar a veces los límites y fronteras que dividen lo histórico de lo fantástico.