Por la enorme repercusión que tiene la previsión social de cualquier profesional, un aspecto clave que interesa conocer -además de los peculiares conocimientos de su trabajo-, es el de si la actividad profesional que desempeña tiene naturaleza laboral o por cuenta propia, en particular cuando, según la forma de realizarla, presenta mayor dificultad de calificación. En el primer caso, lo más frecuente es que deba ser dado de alta en el Régimen General de la Seguridad Social, en cambio, si el trabajo se realiza por cuenta propia, se plantea el dilema de cuál debe ser el sistema de cobertura al que debe adscribirse: el Régimen Especial de Trabajadores por Cuenta Propia o Autónomos o la Mutualidad de Previsión Social de su Colegio Profesional. Sobre estas y otras muchas cuestiones, si bien enfocadas en la profesión de la sanidad, trata, La Previsión Social de los Profesionales Sanitarios en la Sanidad Privada, que plantea y responde a problemas de interés práctico tales como la compatibilidad trabajo-jubilación, el papel que juegan los Colegios Profesionales o el encuadramiento del personal estatuario de los servicios de salud. En suma, estamos ante un riguroso estudio que ofrece respuestas y alternativas a los asuntos que han venido planteándose a la luz de las resoluciones de la jurisprudencia y la doctrina judicial, y de los diversos criterios e instrucciones de la Administración, sin olvidar la interpretación de la doctrina científica más relevante en la materia. Todo ello, ha sido puesto por el autor al servicio de nuevas propuestas que, ciertamente, posibilitan innovadoras vías de estudio en la investigación científica de la previsión social de los facultativos y del personal sanitario. Es por ello, una obra de consulta imprescindible no solo para los profesionales de la sanidad, sino también para quienes deban resolver los asuntos que les afecten, como Magistrados, Funcionarios de los Cuerpos Técnicos y Letrados de la Administración de la Seguridad Social, o de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social. Igual utilidad (desde otro punto de vista) se extiende a los Profesionales que realizan labores de asesoramiento, como Abogados, Graduados Sociales y Gestores Administrativos.
Por la enorme repercusión que tiene la previsión social de cualquier profesional, un aspecto clave que interesa conocer -además de los peculiares conocimientos de su trabajo-, es el de si la actividad profesional que desempeña tiene naturaleza laboral o por cuenta propia, en particular cuando, según la forma de realizarla, presenta mayor dificultad de calificación. En el primer caso, lo más frecuente es que deba ser dado de alta en el Régimen General de la Seguridad Social, en cambio, si el trabajo se realiza por cuenta propia, se plantea el dilema de cuál debe ser el sistema de cobertura al que debe adscribirse: el Régimen Especial de Trabajadores por Cuenta Propia o Autónomos o la Mutualidad de Previsión Social de su Colegio Profesional. Sobre estas y otras muchas cuestiones, si bien enfocadas en la profesión de la sanidad, trata, La Previsión Social de los Profesionales Sanitarios en la Sanidad Privada, que plantea y responde a problemas de interés práctico tales como la compatibilidad trabajo-jubilación, el papel que juegan los Colegios Profesionales o el encuadramiento del personal estatuario de los servicios de salud. En suma, estamos ante un riguroso estudio que ofrece respuestas y alternativas a los asuntos que han venido planteándose a la luz de las resoluciones de la jurisprudencia y la doctrina judicial, y de los diversos criterios e instrucciones de la Administración, sin olvidar la interpretación de la doctrina científica más relevante en la materia. Todo ello, ha sido puesto por el autor al servicio de nuevas propuestas que, ciertamente, posibilitan innovadoras vías de estudio en la investigación científica de la previsión social de los facultativos y del personal sanitario. Es por ello, una obra de consulta imprescindible no solo para los profesionales de la sanidad, sino también para quienes deban resolver los asuntos que les afecten, como Magistrados, Funcionarios de los Cuerpos Técnicos y Letrados de la Administración de la Seguridad Social, o de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social. Igual utilidad (desde otro punto de vista) se extiende a los Profesionales que realizan labores de asesoramiento, como Abogados, Graduados Sociales y Gestores Administrativos.