Publicado anualmente entre 1906 y 1980, este anuario estaba dedicado a las últimas corrientes en arquitectura, interiores, muebles, iluminación, cristalería, textiles, forja y cerámica. Desde la desaparición de la publicación, los anuarios se han vuelto tan difíciles de encontrar que hoy día son algo muy preciado para coleccionistas y vendedores.Decorative Art 1960s contempla el nacimiento del pop en una década de cambio social, sexual y político sin precedentes. Todas las inquietas energías que bullían por el mundo durante los sesenta se hicieron un hueco en el estilo del diseño de la década. La liberación se sentía en el ambiente, el hombre viajaba a la Luna y el cielo era el límite en todo lo que concernía a la creatividad visual. Fue entonces cuando se fraguó el concepto de estilo de vida, y aunque los primeros años de la década todavía vieron una rivalidad entre el objeto realizado a mano y la manufactura industrial, al fin tanto la iconografía étnica como pop habían ganado un mismo peso en lo estético. La luz se convirtió en un factor determinante para dar forma a los interiores. La libertad de elección y la expresión personal fueron las palabras clave para el joven consumidor, y así algunos como Pasmore, Panton, Safdie, Sottsass, Paolozzi y Lomazzi hicieron lo que pudieron para fomentarla.
Publicado anualmente entre 1906 y 1980, este anuario estaba dedicado a las últimas corrientes en arquitectura, interiores, muebles, iluminación, cristalería, textiles, forja y cerámica. Desde la desaparición de la publicación, los anuarios se han vuelto tan difíciles de encontrar que hoy día son algo muy preciado para coleccionistas y vendedores.Decorative Art 1960s contempla el nacimiento del pop en una década de cambio social, sexual y político sin precedentes. Todas las inquietas energías que bullían por el mundo durante los sesenta se hicieron un hueco en el estilo del diseño de la década. La liberación se sentía en el ambiente, el hombre viajaba a la Luna y el cielo era el límite en todo lo que concernía a la creatividad visual. Fue entonces cuando se fraguó el concepto de estilo de vida, y aunque los primeros años de la década todavía vieron una rivalidad entre el objeto realizado a mano y la manufactura industrial, al fin tanto la iconografía étnica como pop habían ganado un mismo peso en lo estético. La luz se convirtió en un factor determinante para dar forma a los interiores. La libertad de elección y la expresión personal fueron las palabras clave para el joven consumidor, y así algunos como Pasmore, Panton, Safdie, Sottsass, Paolozzi y Lomazzi hicieron lo que pudieron para fomentarla.