El libro es una colección de casos prácticos para ser utilizada en la asignatura de Historia del Derecho, como enseguida aclara el subtítulo, es el fruto de un esfuerzo por entender y responder a uno de los objetivos del sistema de docencia contemplado en el Espacio Europeo de Enseñanza Superior (E.E.E.S.), más conocido por la simple etiqueta de “Plan de Bolonia”. Es una “Guía de clases prácticas”, orientada a los alumnos del Grado de Derecho. La teoría sabemos cómo la hemos de exponer, cómo transmitirla, aunque parte de ella pueda y deba ser desarrollada ahora a través de la práctica. Tales casos, antes de ser ofrecidos para su estudio, han de ser elaborados, creando casos imaginarios que si se hubieran dado alguna vez en la realidad en términos parecidos, se habrían visto contemplados en el Derecho de su tiempo y de su ubicación geográfica. Cada caso, se plantea por una vía directa, epistolar, a través de la cual alguien (un desconocido, un amigo, un familiar o un cliente), interesado por una cuestión de naturaleza jurídica o agobiado por un asunto de alcance judicial, hace una consulta a quien entiende de Derecho (un mero “sabedor”, un jurista teórico, un abogado) para pedirle una opinión, un consejo o un dictamen, lo que obliga al destinatario (en cuyo lugar se sitúa el alumno, futuro jurista) a buscar en ese Derecho una respuesta. Y para ello debe empezar por identificar las fuentes donde hallar ésta, atendiendo a las coordenadas de tiempo y espacio y teniendo en cuenta el orden de prelación de ellas vigente en cada lugar. En esta “Guía de clases prácticas” el autor propone que el estudiante del Derecho se familiarice con las herramientas que tendrá que utilizar en su actividad profesional futura y con la forma de usarlas: aprender a buscar la información, recurrir al proceso lógico de la interpretación, explicar la solución con claridad expositiva, saber polemizar y rebatir argumentos contrarios.