¿El destino final de las almas? ¿El Tártaro? ¿Las rocas errantes? ¿Las puertas del Hades? ¿El lugar donde la vida se les hacía a los hombres más dulce y feliz? ¿Un país, un reino? ¿Una montaña, una ciudad, un río? ¿Acaso un mito, una aventura
? Tartessos, la civilización occidental que Heródoto citó en su Historia, es hoy una de las regiones más fabulosas del sur de Europa. Apartada del resto de España por desfiladeros y cerros henchidos de metal, aún subsiste en algunos de sus recodos el legado de un pasado imperecedero. Heródoto dejó escrito que hasta ella arribaron en naves y esquifes los griegos de Focea para comerciar y negociar con Argantonio, su desprendido y anciano rey. Pero sobre Tartessos escribieron también Avieno y Hesíodo, y Antímaco de Teos, y Homero, y Arctino de Mileto, y Pisandro de Camiro