Fernando Eiras Sotoca no es de esas personas que se echan una novia tailandesa por internet y se marchan a Tailandia a conocerla. Pero eso es exactamente lo que hizo. De su experiencia surge este libro que es, a partes iguales, un relato de su descubrimien¬to del país y una crónica de su relación amorosa. Su descubrimiento de Tailandia, además de la historia, cultura y gastronomía, tiene más que ver con el regateo del precio de los tuk-tuks, las artimañas de los monjes budistas para pedir limosna, las apuestas en los combates de boxeo tailandés, el ase¬dio constante de la prostitución y las resacas de whisky de arroz. La crónica de su relación amorosa avanza de tropiezo en tropiezo debido al mutuo desconocimiento personal y, sobre todo, cultural: ¿Qué se hace en una primera cita con una tailandesa? ¿Tiene el hombre que pagarlo todo? ¿Siempre? ¿Quién lleva la voz cantante en el sexo? En un tendedero a la vista del vecindario, ¿se pueden colgar jun¬tos calzoncillos y bragas? ¿Por qué a los tailandeses les gustan tanto las salchichas? también es un libro donde se relaciona el contexto histórico tailandés con la sociedad actual, pero poco. Un libro para leer después de la guía de viajes y antes de entrar a matar con una tai¬landesa. O quizás para soñar con ambas cosas.