Los avances científicos en todos los órdenes han traspasado fronteras y abierto horizontes apenas antes imaginables, hasta el punto de que puede hablarse de un nuevo paradigma en la concepción del mundo, lo que implica nuevas exigencias que atañen principalmente a la educación, al menos tal como la entiende el autor de este libro, Julio Ferreras. Lejos de cualquier idea reduccionista, particularista, relativista o sectaria, el autor aboga por una educación global en la que confluyan los diferentes modelos científicos, sin olvidar las llamadas ciencias del espíritu, pues el progreso no debe ser solo material, sino también mental y espiritual. Por diferentes caminos y desde capítulos aparentemente diversos, el pensamiento del autor se encamina hacia todo lo que supone integración, unidad y síntesis. Y siempre desde la reflexión personal, bien asentada sobre voces autorizadas que ayudan a consolidar en firme su propuesta. José Enrique Martínez (Catedrático de teoría de la literatura, Universidad de León) Agustín Delgado, poeta y crítico literario, catedrático e inspector central de educación, dejó escrito sobre este ensayo: “Una ingente investigación… opus magnum sobre educación… una reflexión abierta sobre los principios y valores que debieran inspirar una Nueva Educación, alineada con asociaciones y escuelas que tratan de poner en práctica esas ideas, y con el apoyo de la Declaración de Chicago sobre Educación. Reflexiones apoyadas en citas de autoridades que las avalan, como el físico F. Capra, el psicólogo Jung, el antropólogo Teilhard, el filósofo Fromm, cuya característica común es la heterodoxia de sus posiciones respecto a las doctrinas imperantes; ellos son los avalistas de una toma de partido por una visión progresista y avanzada de la educación. Reflexión muy ambiciosa, sobre todo en la voluntad, con loable afán de exhaustividad, de armonizar tal diversidad de niveles y extremos en orden a poder configurar una doctrina completa sobre educación integral, holística”.