A Asturias hay que venir para poder entenderla y gozarla, porque se escapa a la palabra y aun a la imagen. Es cierto que ninguna tierra se deja encerrar fácilmente en el campo de la expresión, pero ésta, qué quieren, menos que ninguna. Asturias es plural hasta en el nombre, y tierras así exigen la visita del viajero para darse a comprender. Tierra aislada, sencilla, hermosa y transitiva, a pesar del diagnóstico orteguiano. Contrastada en su paisaje, de las nieves al mar en apenas cinco leguas, y desde el torrente arisco del río que nace hasta la mansedumbre del estuario en que desemboca. Y en sus formas de vida, desde el castillete del pozo minero a la exótica casa indiana que asoma entre palmeras. Y en sus manifestaciones estéticas, desde los caballos de Tito Bustillo hasta los murales de Salime. A esta tierra vamos a acercarnos levemente, con palabras breves e imágenes como caricias, un preludio del amor consumado que inevitablemente se ha de producir después. Asturias needs to be visited for it to be understood and enjoyed, because it escapes both word and picture. It is true that no land is easily captured by expressions, but Asturias less so than any other. Asturias is plural even in its name, and such lands requiere a visit from the traveler to be understood. Despite Ortega's analysis, it is an isolated, simple, beutiful and transitive land. Its landscapes are contrasting, from snow to sea in a distance of just over 5 leagues, and from the wild torrent of the river at its source to the calm of the estuary in which it joins the sea. And in its ways of life, from the headstock of the mine to the exotic Indiano house among palm trees. And in its aesthetics, from the horses of Tito Bustillo to the murals of Salime. We shall approach this land lightly, with brief words and caressing images, a prelude of the consummated love that shall unavoidably occur afterwards.