La valoración del interés asegurado es una operación compleja que puede suscitar serias dificultades durante la vigencia de un contrato de seguro, tanto en la fase de conclusión como, de un modo especial, con ocasión del acaecimiento del siniestro. Por ello, es frecuente en la práctica aseguradora el recurso a un acuerdo negocial entre las partes que pretende fijar su alcance como valor de referencia o de sustitución. Este valor tasado o estimado de ahí la denominación de la póliza como estimada cumple su función como mecanismo de resolución de conflictos. El temor a un enriquecimiento injustificado del asegurado ha conducido a que la disciplina jurídica de las pólizas estimadas (art. 28 LCS) la presente como una excepción admitida en la aplicación del principio indemnizatorio (art. 26 LCS). No obstante, este carácter excepcional exige una mayor reflexión a la vista del recurso generalizado en muchos sectores al pacto o acuerdo de estima. Con el fin de alcanzar dicho objetivo, el presente libro analiza los presupuestos necesarios para calificar una póliza como estimada y su diferencia con otras figuras afines. Igualmente, se pone de manifiesto cuáles son los efectos jurídicos del acuerdo y se detiene, con mayor énfasis, en el estudio de las causas de impugnación del citado valor, aspecto este último que cumple un papel clave para el empleo de tal figura jurídica en la práctica aseguradora. Finalmente, el trabajo dedica su atención al significado que la póliza estimada viene desempeñando en aquellos sectores donde su empleo es más frecuente y, por tanto, su análisis suscita un mayor interés.