El 17 de enero de 1961 Patrice Lumumba, jefe del gobierno de la República del Congo, democráticamente elegido por su pueblo, fue torturado y asesinado como consecuencia de una conspiración organizada por el gobierno de Bélgica, con la complicidad de Estados Unidos, de Gran Bretaña y de las Naciones Unidas. Este hombre íntegro e independiente representaba un obstáculo para sus intereses y era un mal ejemplo para el resto de África. Su muerte condenó al Congo a la rapaz dictadura de Mobutu y a una sucesión de sangrientas guerras civiles, y fue un anuncio de lo que iba a suceder en un continente desgarrado desde entonces por las intervenciones de las grandes potencias. Durante cuarenta años se ha mantenido el silencio sobre este crimen, hasta que, como había anunciado el propio Lumumba, la historia ha hecho oír su voz y el libro de Ludo De Witte ha sacado a la luz la cruda y dramática verdad de unos hechos que han conmovido al mundo entero.