Cosas que ya no existen es una deliciosa crónica personal, el testimonio directo de una vida y de una época. Pero también una invitación a un viaje, una fascinante travesía con escalas, un pulso tenza con la memoria, que, poco a poco, desvela detalles, situaciones y objetos para reconocer, finalmente, que no está libre de lagunas y que esos silencios, aunque involuntarios, resultan, cuando menos, sospechosos. Con un admirable dominio de los recursos narrativos y una deslumbrante capacidad de evocación, Cristina Fernández Cubas hilvana algunos de sus recuerdos más intensos hasta conformar un mágico laberinto de personajes, sensaciones, momentos históricos, paisajes, sueños, desengaños y fascinaciones en esta peculiar historia de historias en la que los auténticos protagonistas son escenas del pasado con una característica común: hoy parecen imposibles, pertenecen a una época extinguida, a un mundo que ya acabó. El salón biblioteca de la casa de su infancia, la afrenta moral de una monja en el colegio, los cuentos que a ella y a sus hermanas les contaba una singularísima niñera, los viajes en transatlántico en los años setenta rumbo a Sudamérica, las estancias en Buenos Aires y Egipto, o la muerte de su hermano mayor son, entre otras muchas historias, esas cosas que ya no existen y que Cristina Fernández Cubas nos devuelve ahora, con toda sinceridad y maestría, en estas páginas inolvidables.