Stephanie Williams solo tenía siete años y su abuela Olga acababa de cumplir los cincuenta y tres; las dos estaban cómodamente sentadas en los escalones que daban al jardín de su casa en Oxford, y la niña empezó a hacer preguntas sobre el pasado de la familia. Fue entonces cuando Olga condensó en unas pocas palabras lo que había sido su experiencia: «Por tres veces en mi vida lo perdí todo y tuve que empezar de cero. Para comenzar, tuve que huir de la revolución rusa; me fui a China, pero llegaron los japoneses, y cuando de allí me fui a Shanghai, tuve que huir de los comunistas. Solo espero que tú nunca te veas obligada a repetir mi destino.» Esas palabras calaron hondo, pero Stephanie tuvo que esperar que pasaran muchos años antes de contar la verdadera historia de Olga Yunter, una mujer nacida en 1902, hija de una familia acomodada que vivía en Irkutsk, la capital de Siberia, y que con diecinueve años tuvo que huir sola a China, llevando como bagaje unos pocos rubíes escondidos en las enaguas. Allí se propuso rehacer su vida y lo consiguió; en la ciudad de Tientsin se casó con un hombre inglés y tuvo a su hija, pero los avatares de la guerra la llevaron cada vez más lejos, y nunca más volvió a ver a la familia que había dejado en Siberia. Ahora su nieta, tras diez años de trabajo, ha reunido las cartas, los diarios y todas las migajas de vida que hablan de Olga en esta emotiva biografía que refleja un siglo entero de historia. «Un trabajo magnífico, que nos recuerda el estilo de Pasternak.» The Spectator La opinión del editor: Ya sabemos que a veces la realidad supera la ficción, y este bien pudiera ser el caso de La historia de Olga, pero es el talento de Stephanie Williams lo que ha convertido una historia trágica en un libro fascinante.