Durante más de cuarenta años el nombre de King Mob se ha paseado como si de un auténtico fantasma se tratase. Su nombre permanece envuelto en un halo de misterio e irreductibilidad. Su estilo y comunicados, carteles y acciones, parecen situados en un lugar únicamente reservado a aquellas experiencias y fenómenos en los límites de todo, tanto del arte como de la política. Su nombre es prácticamente inaprensible y quema en las manos de cualquiera de sus herederos, tan dispares como contradictorios. Esta nueva edición incluye el mítico El Fin de la Música (1978), el primer y posiblemente también el mejor ensayo sobre el fenómeno punk, la Inglaterra del ruido y la furia.