Pensar la fe cristiana sin duda implica riesgos, porque puede conducir a afirmar errores; pero renunciar a pensar la fe es ya, en sí mismo, un grave error. Sobre los principios es el primer intento formal de elaborar, desde la fe cristiana, una respuesta completa y coherente a las grandes pregun¬tas del ser humano. Estructurar una síntesis armónica, racional¬mente respon¬sable, en un ambiente que veía el cristianismo como «una creencia irracional» era una tarea necesaria y difícil, que fue asumida por Oríge¬nes con tanta geniali¬dad, libertad y honestidad intelectual, y en un período tan tem¬prano del desarrollo de la teología, que esta obra origeniana ha llegado a ser la más controvertida, y su autor, posiblemente, el escritor cristiano más discutido. El tratado Sobre los principios se preocupa más de plantear los problemas teológicos que de fijar definiciones; por eso a veces su valor radica más en el camino que recorre (método) que en su contenido. Para Orígenes, la investigación teológica no busca cerrar los problemas, porque la auténtica investigación es un ejercicio espiritual que tiene su fin en sí mismo. Por ello, más que transmitir sus propias solu¬ciones, Orígenes quiere impulsar a sus lectores a recorrer el camino personal de la búsqueda de Cristo, Sabiduría y Verdad. Orígenes se atreve a pre¬guntar sin límites, porque tiene la convicción de la honda armonía entre la razón humana y la Palabra revelada. Nada arbitrario puede haber en Dios: lo que se ve como absurdo solo puede ser aparentemente absurdo y provisoriamente absurdo, porque la armonía del Logos siempre resplandece en lo profundo y siempre triunfa en lo defi¬nitivo.