Las páginas de este tomo continúan el estudio —profundo, sistemático y rigurosamente crítico— de un prolongado y denso período del pensamiento humano, cuya riqueza y vitalidad —de día en día más universalmente reconocidas— infunden nuevo significado a la desafortunada expresión Edad Media. Iníciase la obra con la exposición del pensamiento judío y musulmán, recurso imprescindible para comprender el desarrollo de la corriente que en amplitud y hondura llena los siglos de la baja Edad Media: la escolástica. Sobre el horizonte lejano —y siempre presente— de la filosofía griega, judaísmo, islamismo y cristianismo tejen una complicada trama de mutuas relaciones que se prolongan hasta bien entrado el siglo XIV.