" Quien no está con la víctima está con el acosador " , ha escrito (diario El País, 19 de junio de 2016) Maite Pagazaurtundúa, eurodiputada de Unión Progreso y Democracia, escritora, víctima de ETA, Presidenta de la Fundación Víctimas del terrorismo, etc. Tal vez lo ha escrito con el corazón, lo que es entendible, pero desde luego no con la razón. Los autores de este libro creemos que es preciso huir de ese maniqueísmo: opinamos que la legislación antiterrorista debe cambiar una vez que ha cesado la actividad armada de ETA, pero no por eso estamos a favor del terrorismo ni a favor de la organización armada vasca, y además entendemos que la víctima merece todo nuestro respeto y apoyo, y aún mayores derechos. Odiosa sunt restringenda, decimos los juristas, es decir, lo que limita nuestros derechos fundamentales no puede eternizarse, permanentemente enquistado en la legislación penal, procesal y penitenciaria, sino que debe cambiar para volver a la situación de pleno disfrute de nuestras libertades constitucionales. El alto el fuego recientemente alcanzado en La Habana entre las FARC y el Gobierno colombiano ha sido saludado efusivamente por los representantes de todas las fuerzas políticas españolas, incluido el Presidente del Gobierno del Partido Popular, Mariano Rajoy. Pero llamativamente, ese diálogo pacificador no se aborda en nuestro país: parece como si lo que es bueno para otros, no lo es cuando se trata de ETA y España. Ni siquiera en los reiterados debates electorales se ha suscitado el problema. Pues bien, desde la razón y desde los principios constitucionales, este libro pretende contribuir a la reforma legislativa para que la normativa antiterrorista vuelva a los cauces del ejercicio de derechos y libertades fundamentales, sin ningún tipo de suspensiones. También recoge alguna opinión que se aproxima al planteamiento de Maite Pagazaurtundúa.